lunes, 16 de diciembre de 2013

Relatos eróticos: Trío inesperado


¿Quién dijo que tres son multitud?

Esta historia es tan corta como el tiempo que duró el polvo estando en la discoteca de turno con un grupo de amigos.
A mi me gustaba él, a él le gustaba otra y esa otra quería enrrollarse conmigo.

Ella; buscando días a trás a una chica para enrollarse y hacer un trío.
Èl acababa de dejarlo con la novia y querìa follar con ella.
Yo, que por fin sabìa que ese chico ya no tenìa novia, querìa calzàrmelo antes que se buscara otra pareja.
Nada más le comentè a ella que tenía ganas de probarlo me cojió de la mano y me llevó hasta la puerta del baño donde estaba él.
Ella me metió un señor morreo de esos típicos de heteros para calentar a los tíos y enseguida hicimos que se nos uniera él.
Tres lenguas húmedas y exicitadas... entramos al baño todos rápidos como un rayo.
Empecé a comerle las tetas a ella, él estaba que no se lo creía.
Al rato ella le comía la polla a él mientras yo lo morreaba.
Después él la montó mientras yo le acariciaba a ella.
Luego me montó a mi mientras ella me seguía morreando.
Pero el chaval iba bastante borracho y no pudo cumplir más de un par de mete-saca.
Se le aplatanó la cosa.
Ella salió corriendo rallada por que no le viera el maromo con el que había venido a la fiesta.
Él se ralló porque no podía seguir.
Yo me quedé con ganas de más.

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