sábado, 29 de junio de 2013

Follar en la primera cita


La cultura popular nos dice que si follamos en la primera cita somos una putas. A mi el sentido común me dice que si no lo hago a la primera oportunidad, estoy perdiendo el tiempo.


Está muy bien eso de querer conocer al otro, saber si tienes cosas en común, si teneis los mismos valores, gustos, aficiones... etc. Pero si lo que realmente buscas es una pareja que te llene en todos sus amplios sentidos, habrá que llegar a la cama en algún momento.


Recuerdo una tercera cita con un chico que me gustaba bastante (lo llamaremos "J") J era un cielo, no era el típico buenorro ni pervertido ni rarito al que estaba acustumbrada que me revolotearan. Era un chico sencillo, amable, simpático y con un toque de hombría. Era alto, gordito y con pelo semi-largo. Quedamos un par de veces para ir al cine, salir de paseo y esas cosas que se hacen para conocer a la gente. Pero aquello estaba corriendo el riesgo de quedarse en una bonita amistad o un pagafantismo que no se merecía. Así que una noche salimos a emborracharnos y acabamos en su casa. No puedo ponerle excusas al alcohol porque íbamos contentos nada más. (No fue una borrachera extrema, quería ver como funcionaba el chaval) Y, lejos de ser un mega-desastre, fue simplemente que no me había sentido "llena" ni compenetrada con él.

Así que era un palo decirle que no me había gustado y que mejor fueramos amigos o no me llamara más. Conclusión: si nos hubieramos ido a su casa el primer día, no hubiera perdido tiempo en cines ni mierdas ni  hubiera pasado por el mal trago (que aunque no lo parezca dar calabazas tampoco es plato de buen gusto) de mandarlo con viento fresco a otra parte.

Así que mi consejo es que si quereis tener un amiguito que os monte de vez en cuando y/o dé mandanga de la buena dejaros de ostias y gilipolleces y probar a follar con él enseguida. No digo que la primera vez va a ser para tirar cohetes (si no lo es, pues te ahorraste los pasos y las idas al cine) pero si os habeis encaprichado del maromo en cuestión o habeis sentido algo que os dice que merece la pena que goce de vuestro puerpo serrano de nuevo, intentarlo.

Luego iros al cine o a dar un paseo con una amiga.




jueves, 27 de junio de 2013

Relatos eróticos: Follando en el trabajo.

Una de las mejores formas de acabar con el estress y llenarse de energía posiva y recargar las pilas, es tener sexo en el lugar de trabajo. Si eres una de esas que, desgraciadamente, no compartes lugar de curre con ningún hombre o los que hay soy de la edad y apariencia de tu abuelo...no desesperes, aqui te traigo una historia de sexo rápido, espontáneo y pagado (por ser) en horario laboral.

Afortunadamente me encontraba trabajando en un sitio donde había una gran amplitud de espacio (escaqueo al más puro estilo español), mucha gente (grandes posibilidades de desaparición momentánea) y una amplia gama de hombres donde elegir. Era un congreso, y la mayoría eran machos de entre 25-40 años de diferentes nacionalidades, los había de todas las tallas y formas, era como ir a ver la nueva colección en tu tienda de ropa favorita. Por supuesto las féminas que allí nos encontrábamos no podíamos dejar de comentar aquello de "¿Has visto a ése que está alli sentado?" "¿Has visto a aquel otro de la camisa azul?" "¿No te parece guapísimo ese de los ojos azules de allá?" y cosas por el estilo. Pero en ocasiones hay que ser profesional, y los clientes no eran plato sencillo para el ligoteo cuando la faena abunda.

Menos mal que nuestros compañeros de oficio estaban también de muy buen ver y pasar mucho tiempo con alguien...pues ya se sabe "el roce hace el cariño" así que las largas horas que inducen a pensamientos impuros, los uniformes ajustados que resaltan los culitos y los comentarios subidos de tono que alegran la velada dieron paso a un encuentro clandestino en los bajos fondos de un complejo hotelero.


El Pichón en cuestión era un compañero de oficio que estaba de muy buen ver; alto, moreno, perilla canalla, buena planta y con una labia que tiraba de la picaresca española con la que fuimos caldeando el ambiente con chistes, sugerencias, (in) directas y perversiones varias. Aunque del "dicho al hecho hay mucho trecho" que se dice, aqui el trecho lo sorteamos con bastante soltura. Y la oportunidad de pasar de las palabras a la acción se dió esperando el ascensor.
Este macho ibérico estaba, en sus propias palabras, felizmente casado, pero eso no le impedió ponerse como una moto y sucumbir a sus instintos masculinos. A mi no me importaba ni una cosa ni la otra, no iba a presentarme a su parienta ni a salir de paseo con él, solo íbamos a pegar una folladita buena que bien nos merecíamos después de una jornada laboral mas bien larga. Así que me pidió la discrección que toda buena dama debe de darle a su amante (amante espress y anti-estress en este caso) y nos pusimos manos a la obra.



Aprovechando un momento que nos quedamos a solas, la luz de la entradilla del ascensor se apagó y allí empezamos a besarnos y a pasear nuestras la lenguas por la boca del otro. Ya en el ascensor, seguimos metiéndonos mano por encima del uniforme del trabajo. Al llegar a la planta más baja, nos dimos cuenta de que había una zona que estaba medio en obras, era perfecta; a oscuras, lejos de las miradas indiscretas y aislante para los gemidos placenteros.

Así que fuimos allí mientras él me metía mano por dentro de la falda tocandome el coño y metiendo el dedo en mi vagina mojada. Aquello era una delicia; a oscuras, a solas, en horas de trabajo y con un compañero pervertido haciéndome un dedo suculento... en los pocos segundos que tardé en desabrocharme la blusa me lamía los pezones a la vez que me cogía las tetas con ambas manos y las chupaba con sus labios ansiosos... mientras yo seguía gimiendo le saqué la polla previamente mojada con mi saliva y empecé a meneársela despacito pero apretando ritmicamente ... él muy empitonado y yo muy húmeda... me pidió que se la chupara pero no quería volver al trabajo con aliento a pene así que me quité los zapatos, me saqué las medias, me subí la falda y le bajé los pantalones hasta los tobillos...y encaramándome a él de un salto me metí en su miembro y me clavé su polla erecta hasta el fondo de mi para luego sacarla lentito y volverla a meter una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez. ..desde la base hasta la puntita... saboreando cada momento del recorrido, cada centímetro de miembro dentro de mi caliente vagina...

Allí estábamos ambos, yo de espaldas a la pared abrazándolo con las piernas, él de pie con los pantalones en el suelo bombandeándome con su movimiento pélvico. Entonces me giró, me puso de espaldas y mis pechos rozaron la pared fría deritiendome por el contraste del calor de aquella situación mientras él me follaba por detrás el coñito que tan húmedo me había puesto desde hacía horas atrás. Me daba sacudidas varias; relamiéndose en el camino que hacía su pene dentro de mi a la vez que rápidas y desesperadas y ansiosas penetraciones finales que acompañaron a la salida de su líquido blanco que dejó desparramado por el suelo de aquella habitación a medio construir.

Con la paranoilla de que no nos pillaran (nos estábamos jugando el puesto por follar en horas laborables) nos vestimos lo más rápidamente posible mientras nos subimos de nuevo al ascensor con unas sonrisas traviesas y picaronas en la cara.

¡¡ASÍ DA GUSTO IR A TRABAJAR!!




Amar, escribir, follar...

He aquí, queridas amigas, que voy a iniciar una nueva "sección"  (por llamarlo de alguna forma) que se titulará "Relatos". En ella expongo, valga la redundancia, los relatos de experiencias pasadas que me parecen más interesantes, graciosos, estrafalarios, espontáneos, positivos, agradables, desagradables, eróticos, porno, guarros, sucios, relamidos, fallidos, pervertidos y sobre todo sexuales.

Para ello voy valerme de la ayuda de mi habilidad y pasión a la hora de escribir, mis anécdotas picantonas y, por supuesto la ayuda desinteresada de aquellos hombres habrientos de sexo y orgasmos que tantos buenos momentos me han dado.

Podéis esperar de aquí cualquier cosa, una prosa disimuladamente erótica, unos poemas a los culos prietos, una oda a las lefadas en "to er coño", unos relatos con demasiados pelos y señales, historias de risa con comentarios jocosos... ¡¡esto pretende ser tan variado como el sexo!!


CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD ES PURA REALIDAD


P.D: Está permitido tocarse.