Recuerdo una conversación con uno de mis amantes allá por una isla perdida del mediterráneo. El profesaba la religión musulmana y me contaba que cuando regresara a su país se tenía que casar, que buscaría una mujer virginal. Yo le dije medio en coña medio en serio que como no fuera un poco puta lo iba pasar bastante mal. (por aquello de la insatisfacción sexual)
Han pasado los años y me cuenta que después de conocer a unas 20 chicas diferentes ninguna le gusta, es normal, dejé el listón demasiado alto. Nosotros pegábamos unas buenas folladas juntos, cuando y donde nos apetecía. Era una bonita relación pasotismo-pasión que se acabó cuando se me cruzó otra polla que me volvería tan loca como para enamorarme y tener una relación.
De vez en cuando mi querido amigo musulmán de país de nombre inpronunciable me llama borracho para decirme que me quiere y se acuerda mucho de mi (esa frase que creen los hombres que nos harán caer a sus pies como inocentes colegialas.) Yo le digo que no se desespere que encontrará a una que le haga ver las estrellas. Y es que, pobre de aquella que no sea un poco puta.
Escucha recomendada: "te quiero puta" de Rammstein.
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