sábado, 11 de octubre de 2014

Follar en sitios raros I: Preliminares en una tienda de tatuajes

Tenía yo un amiguito malote de esos que tienen tatuajes por todo el cuerpo (no en vano era hijo de  artistas de la piel) pero lo que le salía con mucho arte al chaval, además de dibujar la piel con tinta que le venía de familia, era dibujarla con la punta de su nabo y pasar toda la noche pinchándote con su aguja hasta que saliera no sangre, sino flujo ¡¡chorros de tinta blanca!!
El maromo en cuestión y yo éramos viejos conocidos, nos vimos en su tienda antes de que ésta cerrara a eso de las 9 de la noche, ya no quedaba nadie por allí así que con un calentón cómplice nos entró el apretón y empezamos a enrollarnos... nos morreábamos como dos perros con toda la lenguaka fuera, sus labios mordisqueaban mis orejas mientras yo lamía calaveras por su cuello, su pecho, sus caderas.... rápidamengte le deshabroché la hebilla del cinturón del pantalón, se los bajé hasta los tobillos descubriendo su polla dura, lo senté en una de las sillas de la zona de espera y empecé a hacerle una mamada bien rica. Cuando ya lo tenía apunto de explotar decidí para la juerga y continuarla en su casa que estaba a dos manzanas de allí.

Pero ¡hay! no teníamos condones. Así que pateamos hasta la farmacia mas próxima, que por cierto estaba cerrada. Por aquel entonces ni yo tenia coche, ni moto ni bici ni ná, y él tampoco, así que ir a la farmacia de guardia de turno que estaba a tomar por culo no era una idea muy apetecible en esos momentos que digamos...
Pero mira tu por donde estábamos en una zona donde las prostitutas, los travelos y sus chulos abundaban (es lo que tiene el centro de la ciudad que se junta lo mas chic de la noche) y como sabíamos que el gobierno daba condones a estas buenas señoras decidimos "comprar" uno a una de las putillas.
A la primera que nos acercamos, que estaba más a mano, era un caballo de metro setenta que tendría seguramente la polla más grande que la de mi colega, el cuál (o la cuál) nada más vernos acercarnos se cambió de acera asustada, no quería antendernos. (Y yo que creía que eran todas muy profesionales) con el travelo asustao a la otra punta y nuestra cara de pócker se nos acercó muy amablemente una señora putilla cuarentona muy demacrada ella, con su típico bolso rojo, su mini falda y sus tacones negros a preguntar que estábamos buscando exactamente. Supongo que la experiencia es un grado, y la veterana no se lo pensó ni dos segundos para acercarse a nosotros.


Despues de explicarle que lo que queríamos era follar, pero entre nosotros, y que nos faltaba un condón (nuevo y sin usar, a ser posible) se  fue muy espabilada ella a contárselo a su amigacha travelo que nos seguía mirando desde la otra acera y ésta sacó un condón del bolsillo, se lo dió a la vieja y la puta ajada nos lo vendió por 2 euros. ¡¡¡LA MUY ZORRA!!!

No tuvimos más remedio que aceptar porque con el calentón, el travesti y la cuarentona quien se ponía a esas horas a discutir... así que nos fuimos a follar y a hacer que durara toda la noche el condón que nos había vendido un travelo.

2 comentarios:

  1. Me encanta. Empiezo a seguirte. Jajajaja es que soy un poco guarrilla. Puedes pasarte por el mío también.El post de hoy es muy interesante para la salud femenina e incluso la masculina,¿por qué? Deberéis mirarlo para saberlo.
    http://www.hablardetodoconsheila.com/2014/10/como-me-pica-que-me-pasara.html?m=1

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    1. ¡¡Mil gracias guarrilla!! jajajja ahora mismo me paso por el tuyo!

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