jueves, 4 de diciembre de 2014

Mi primer pene

"Desnudo y con unos zuecos sanitarios"

A la tierna edad de doce añitos recuerdo que vi mi primera polla de casualidad. Estaba en casa de mi mejor amiga durmiendo como muchos otros fines de semana en los que nos quedábamos una en casa de la otra a pasar las vacaciones. Ella vivía en una casa antigua de un barrio costero, era una casa muy grande con un encanto pasado, pero para ir al cuarto de baño había que cruzarse el comedor y la cocina porque quedaba a la entrada del patio interior, ¡maldito el frío que se pasaba en invierno! 

La familia de mi mejor amiga era la típica familia desestructurada; eran cuatro hermanos, el mayor pasaba de todo, la hija mayor estaba enferma y le gustaba mucho la fiesta, la mediana era mala estudiante y una rebelde también y la pequeña era la niña no deseada después de una operación de ligamiento de trompas que no salió bien por lo visto. A pesar de ser la más pequeña y al parecer la más modosita mi amiga no tenía un pelo de tonta y en cuanto tuvo la oportunidad se largó de esa casa. 
Pero por aquella época nosotras estábamos a lo nuestro que era jugar. Fue por aquel entonces cuando reapareció el padre de mi amiga (y de toda la family) que después de estar separados muchos años por problemas de covivencia venía a pedir perdón y asilo a su primera esposa. Me recordaba al típico canalla español, con gafas a lo John Lenon, barba de hippie, tabaco de ligar, había tenido un hijo con otra y había sido camionero en sus tiempos mozos. Se decía de él que era un prenda de mucho cuidado. Con las mayores fumaba porros y a nosotras nos venía con cosas como "Tenéis que dejar de jugar con muñecas y empezar a jugar con muñecos".

Aquella casa era el despiporre total, la anarquía en el núcleo familiar; la madre no sabía imponerse y el padre venía después de tanto tiempo a querer arreglar las cosas y si a eso le sumas dos adolescentes  hormonadas y rebeldes y una niña pasmosa que jugaba sola cuando no tenía a su amiga del alma... pues cuanto menos era entretenido. 

Esa mañana en la que me levanté con unas ganas de orinar terribles me tuve que recorrer media casa para llegar al baño, y llendo por el pasillo oí a alguien trasteando en la cocina e instintivamente me giré. A allí estaba él. El padre barbudo de mi amiga desnudo con unos zuecos de esos de agujeros que llevan las enfermeras y el pijo colgando, preparándose un sándwich. Yo me quedé con cara de (O_O) "¿qué coño pasa aquí? ¿Qué acabo de ver?"- pensé una vez pude posar mi culo en la taza del wáter. Y volví al cuarto sin mirar a la cocina.


Resulta que el señor y la señora de la casa acababan de hechar un polvo y a él le dio hambre y se fue a hacerse un emparedado a la cocina medio en pelotas. (digo medio porque llevaba zapatos) A mi tal exhibicionismo ibérico me chocó, recuerdo que pensé en mi santa inocencia "que feos son los hombres desnudos" "y lo que les cuelga aún es más feo" claro que yo lo había visto de lejos, pero sabía exactamente que era. 
Al despertarnos esa mañana a la hora del desayuno ambos hicimos como si nada. (¿Porqué desayunaría de nuevo si ya había comido antes?)

Y recuerdo también que otro día que yo entraba al baño con la corre-prisa de nuevo, lo pillé cagando leyendo el periódico mientras una de las hijas se maquillaba en el espejo. Definitivamente solo un baño para una familia tan grande era poco.




3 comentarios:

  1. JEJEJEJE... QUE SORPRESA PARA UNA CHICA TAN JOVEN.
    UN BESAZO VENEXXA!!!

    ResponderEliminar
  2. Sabes que yo me pongo como un "burro" cuando uso zuecos de enfermera (sí, de los blancos con agujeritos) para estar por casa?? xDDD tengo 28 años y no tengo barba... ;-)

    ResponderEliminar
  3. Querido Apestador, podrías patentar un nuevo mito erótico y cambiar los calcetines por los zuecos en los folleteos de las españolas. ;)

    ResponderEliminar